Así pues durante mi camino, a lo que he ido dedicando más tiempo, en comparación de otras cosas, ha sido en descrear lo que me enseñaron que era lo bueno, lo correcto, lo que se tenía que hacer, o quien era yo.
De pronto había una paradoja, tenía que desaprender quien era yo, para experimentar quien era yo. Tenía que des-crearme todo lo que pensaba que era yo, para poderme volver a crear de cero. Si yo ya estaba creado y moldeado, no tenía espacio en mi para nada más.
Lo que sucedió es algo que no había podido leer en ningún sitio, y es que en este proceso de des-crear empecé con puntos muy concretos que afectaban mi vida, luego otro, y otro.
Al cabo de unas semanas, todo en lo que se había estado sustentando mi vida, cayó. Y ese fue uno de los primeros momentos menos fáciles de mi camino. Lo que aparentemente estaba bien: relaciones, situaciones, sensaciones.
Un día me levanté y había caído todo. No quedaba nada en pie.
No tenía ni fuerzas, ni siquiera esperanza de que sirviera de algo. Todas las razones, motivos y esperanzas. Habían desaparecido. De un día al otro. Nada tenía sentido y no sentía que lo volvería a tener pronto.
En ese momento paré de andar, de lo asustado que estaba.
Ahora con el tiempo comprendo lo que sucedió. Tu vida se sustenta sobre unos pilares, unas creencias, unas directrices y unas guías. El hecho de perder los límites y ampliar tu zona de confort, de pronto me hacía replantear mi vida.
Esos puntos, son los que son importantes de conocer. Porque en esos momentos, el cerebro se está reiniciando. Y pierdes momentáneamente tus valores antiguos y tus valores nuevos. En ese momento no hay nada. Te puede invadir la apatía, melancolía, el vacío, perder el sentido de todo. Es un estado momentáneo.
Pasará
Todo va bien, y continúa y de repente, hay un parón. Otra vez se queda estancado y pierdes la esperanza y la fe. Es normal, hay momentos que se están rompiendo estructuras más profundas.
Es importante que lo sepas. Pasará. Y se te pasará.
Ahora con el tiempo las siento y ya no me asustan, pues sé que son momentáneas, sólo hay que continuar moviéndote hacia donde sabías que había el sol.
