Si pudiera resumir en una frase el camino de retorno a nosotros, sería:
Reencontrarnos con nuestro cuerpo físico
Es absolutamente esencial estar en paz con nuestro cuerpo físico para volvernos a encontrar con nosotros mismos. Puede que hayamos bloqueado el sentir en nuestro cuerpo, o sus impulsos. Todo esto niega su naturaleza, niega quienes somos. Nos niega.
Nuestro cuerpo nos guía y nos protege. Es nuestro vehículo para tener una vida en la tierra. Si no, seríamos ángeles, o fantasmas. Seres incorpóreos que no estaríamos en este planeta.
Nacemos con un barril de agua al que llamamos cuerpo. Y nuestro camino va hacia la purificación de esa agua. No por el hecho de que él sea «impuro». No. Completamente al contrario, si no por que lo ensuciamos.
Nuestro cuerpo posee un sentir y una brújula que nos marca siempre el camino. Es el barómetro más perfecto que tenemos. Hablamos de conectar con tu alma… o conectar con tu corazón…
Nuestro cuerpo es el que nos conecta con el mundo del sentir. ¿Conectar con el alma? ¿Conectar con los espíritus? ¿O Dios? Yo digo, ¿no será más facil en sentir si tu cuerpo, y tus tripas? ¿Qué te dicen tus tripas? ¿Están relajadas?
Responde las preguntas de tu cuerpo. No hace falta darle una explicación mental de por qué. Si algo te hace relajar, expandir o sentir bien. Ese es tu camino. Si sientes que te contrae, tensiona o te hace sentir mal. No vayas. Esa es la única verdad.
Éstas es la verdadera guía que nos indica qué hacer en el siguiente paso.
Nuestro sentir nos guía, lo que sucede es que aprendemos mentalmente a hacer las cosas aunque no las sintamos. Obligamos a nuestro cuerpo a hacer cosas que no sentimos. Silenciamos los avisos de nuestro cuerpo; ignoramos su guía y le culpamos por ser. De alguna manera criminalizamos su naturaleza, lo jugamos y nos hacemos sentir mal a nosotros mismos por las reacciones del cuerpo.
Es en ese momento que el barril de agua cristalina y pura que tenemos, lo empezamos a ensuciar. A hacerle perder su pureza e inocencia. A juzgarlo, hacerle sentir mal por su naturaleza y sus impulsos. Y con ello, también a nosotros mismos. Como si quisiéramos ser mejores que nuestro cuerpo, o declararnos víctimas de la «condición humana»
El camino de retorno llega al momento que sin duda tienes que reencontrarte con tu cuerpo. Hacer las paces con él. Amarlo. Escucharlo y tenerlo en cuenta.
Volver a conectar con las sensaciones del cuerpo, volver a sentir cuando tus tripas se encogen, o cuando está relajado. Sentir cuando te guía hacia una dirección o hacía otra. Poder sentir su parte más terrenal y estar en paz con ello.
Este es Tu Sentir. Y ese es tu única guía en el mundo.
