Vivimos la vida pensando en un futuro que no existe. Creamos planes y pensamos que cuando tengamos más ….. o seamos más …. entonces seremos felices y tendremos aquello que deseamos. Será entonces cuando podamos dedicar la vida a aquello que nos gusta.
Continuamos viviendo y trabajando, intendo acumular riquezas diciendo que cuando tengamos lo suficiente, por fin dejaremos de hacer aquello que no nos gusta y nos dedicaremos a lo que deseamos. A lo que nuestra alma realmente desea y anhela.
Y así pasan los días y los años, buscando el momento perfecto para empezar a hacer aquello que realmente deseamos hacer y deseamos experimentar. Esperamos a que llegue ese momento en que el cielo y la tierra se abran. Llegue la lotería y el tiempo desaparezca. Porque será entonces cuando nos dedicaremos a hacer lo que realmente deseamos y realmente queremos hacer.
Pero esto nunca sucede.
Nunca tenemos más dinero, ni más tiempo, ni siquiera más inspiración.
Estamos siempre en el mismo punto, y pasan los días y no logramos hacer aquello que nos llena.
Esperamos a que sea el entorno que nos indique que es el momento oportuno de empezar a hacer algo y resulat que esto no existe.
El mejor momento para empezar a hacer algo es ahora. La ilusión que llegará ese día perfecto es mentira.
No hay otro momento. Incluso si el sueño que queremos hacer es grandioso, y te faltan los recursos, siempre hay algo que puedes empezar.
Lo que podemos hacer es mirar qué podemos realizar. Cual es el primer paso por pequeño que sea para podernos enfocar hacia esa meta.
Nos imaginamos los cambios como algo grandioso que aparta todo lo demás y deja espacio. Que los ángeles vengan con banderolas que pongan «es el momento».
Pero nunca sucede, en el cielo sólo hay pájaros, no banderolas.
Así que sin dejar de hacer aquello que estamos haciendo y que nos «ocupa» nuestra vida; sin dejar de hacer nuestra rutina, y nuestros quehaceres habituales, anda hacia tus deseos.
Encuentra un momento cada día para hacer aquello que siempre has deseado. Para ser aquel que siempre has deseado ser. Para empezar a vivir tu sueño, por más grande que sea.
Que realmente estás todo el día ocupado, ve a dormir más tarde. Y en aquel momento, se quien quieres ser. Aunque hayas tenido que esperar a que todos se vayan a la cama, o que el sol aún no haya aparecido por el cielo. Empieza a experimentar cómo sería experimentar tus sueños. Cómo sería experimentar ser aquel que siempre has querido ser.
Tu cuerpo y tu alma se relajarán. Y también es muy posible que el resto de tu vida empiece a funcionar mejor. Porque estarás mejor. Porque te sentirás mejor y te sentirás realizado. Y alrededor todo cambiará, porque tú estás viviendo tu sueño.
El momento es ahora. ¿Hacia dónde te quieres dirigir?
