Pastilla Roja

(relacionado con las resistencias externas y las internas)

Sabemos que en la vida las cosas las queremos fáciles, aún cuando nos enseñaron que lo fácil no lleva a la felicidad.
Esto no es verdad. Lo fácil nos hace felices, aunque esto sólo se de en un punto en que hemos ya dejado las armas, hemos dejado de luchar y sabemos que no nos tenemos que merecer nada. Que nos lo merecemos todo, sólo por el simple hecho de Ser.

Cuando aceptamos que la vida nos puede ser sencilla, todo es más feliz. Las cosas nos llegan. La lucha forma parte del pasado. Si algo no fluye, y nos da dolores de cabeza, es el momento de tomar otro rumbo. Todo es más sencillo de lo que nos han hecho creer. Y sobretodo, mucho más divertido.

Es muy posible, que aunque estemos en el fluir y en la facilidad de las cosas, aún haya algún patrón al que le guste luchar. O simplemente alguna resistencia que quiere continuar allí, y que nos quiere dificultar las cosas.
Cabe decir que somos nosotros mismos que nos las complicamos.

Entonces, si estamos moviéndonos hacia una situación y esta se pone dificil y deja de «fluir»: ¿qué hacemos?

Por un lado puede ser una resistencia.
Y por otro lado puede ser que sea un indicador para cambiar de rumbo.

Lo que con el tiempo he aprendido es la regla de las 3 veces.

Intenta hacer eso tres veces, en cada vez, ponle toda tu pasión, toda tu energía y todo tu empeño.
Ve a por todas, sin reservas.

Si una vez te sale mal, analiza qué puede haber sido, rectifícalo y vuelve a intentar.
Y esto repítelo tres veces.

Si a la tercera vez esa situación no sale como esperabas, cambia. Fluye hacia otra cosa. Deja de darte encontronazos contra el cristal y mira qué tienes al lado.
Cómo puedes cambiar y que es lo siguiente que quieres hacer.
No quiere decir que te olvides de ello, simplemente que el fluir te lleva a saber que ahora no es el momento para hacer eso. Que al igual en un tiempo será el momento. Pero siéntelo, cuando vuelve a fluir.

No nos desgastemos con luchas que no llevan a ninguna parte. Deja de luchar.

Y por el contrario, si antes de la tercera vez esa situación funciona, sabes que ese bloqueo temporal era una resistencia tuya. Ámate con esa parte, y ya que está funcionando, continúa y disfruta.

Así podemos diferenciar si el Universo nos está diciendo «Por ahí no, que hay cosas mejores a tu lado». O simplemente nos estamos saboteando.

Un hombre ya avanzado en la edad siempre estaba feliz, se le veía sonriente, con un aspecto muy joven y lleno de energía.
Y se le acercó un amigo y le pregunto: «¿Cual es el secreto para estar así de bien?»
El hombre le miró y le dijo: «No lucho, ni discuto con nadie»
El amigo se resultó chocante y le replicó rápidamente: «¡No será de eso!»
Y el hombre, le miro, encogió los hombros y le dijo: «Pues no será…»