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Somos una generación de hombres que ha sido muy influenciada por las mujeres. Muchos de nosotros nos hemos criado sin un modelo masculino fuerte, o simplemente sin padre.
Hay una gran generación de hombres con rasgos claramente femeninos. Podemos entender a las mujeres perfectamente, cómo son, cómo viven, cómo sienten y qué necesitan. Somos hombres con una gran intuición, unas emociones y una sensibilidad a veces mucho más desarrollada que muchas de nuestras propias amigas.
Como dicen en una película (El club de la lucha) «Me pregunto si otra mujer será la respuesta que buscamos».
Claramente la respuesta es no.
Hemos sido criados por mujeres, por nuestras hermanas, o nuestras abuelas. Eso no importa.
Lo que sucede es que hemos sido impregnados de tal cantidad de energía femenina que ahora, somos mujeres entre las mujeres.
Las mujeres no nos ven como hombres, estamos en una posición que podemos ser «las mejores amigas» de las mujeres, porque las entendemos. Podemos ayudarlas a sanar su patrón masculino y enseñarles que existe otro tipo de hombre; detallista, amable, bueno, atento y cariñoso.
Todo esto que a priori podría parecer que es lo que buscan en un hombre, es así y es verdad. Pero hay que entender que debemos de hacer un paso adelante.
Si no hacemos este paso adelante, sólo vamos a poder atraer (de manera sexual y como pareja) a dos tipos de personas:
O las mujeres masculinas, en las cuales tú vas a adoptar el papel femenino en la relación y ella el masculino.
Ella va a tomar la iniciativa y va a moverse por ti; va a hacer planes y querrá organizar la vida. Las relaciones así, si no aspiras a convertirte en el «hombre» de la relación, este tipo de relación puede funcionar durante años, o para toda la vida.
En caso que un día ella te empiece ayudar a sacar tus rasgos masculinos o que tú te des cuenta y empieces a comportarte con rasgos masculinos, lo que va a suceder es que váis a colisionar. De pronto habrán peleas y habrá un largo proceso de adaptación para que tanto ella como tu os integréis en otro tipo de relación que no es la que en la que al principio os basastéis. Eso puede ser una lucha constante de desgaste, por comportamientos diarios, en los que tengas que ir «demostrando» quien es el hombre. Puede resultar un desgaste constante. Una verdadera tortura para un hombre tan sensible como nosotros.
El otro tipo de personas que vamos a poder atraer son hombres bisexuales o homosexuales.
Vamos a atraer otros hombres que, posiblemente por una situación similar, puedan entender nuestra sensibilidad y puedan honrarla.
Este tipo de relación también será fructífera, o de alguna manera, puede ser un paso de exploración y de sanación de los patrones masculinos y de comprensión hacia nosotros mismos y la masculinidad.
Debemos entender que nosotros, unos hombres con carácter femenino, somos el siguiente paso evolutivo.
Somos lo que las mujeres siempre han deseado; somos los que ellas siempre han querido en un hombre, y somos quienes llevamos la calma en la guerra de sexos. En ellas y en nosotros, los hombres.
Llegamos a un punto en que nosotros estamos confundidos. Somos muy sensibles, pero por dentro nos sentimos masculinos. Nos llaman hombres afeminados. Somos los hombres de la nueva era.
El reto que tenemos nosotros es dar un paso, por que si no, no vamos a poder atraer como pareja ninguna mujer femenina.
A veces somos hombres con muchas dudas y con inseguridades, más propias de las mujeres, que nos cuesta dirigir nuestras vidas y nos cuesta tomar rumbos definidos.
Somos hombres muy trabajados, más completos y estamos mejor adaptados para lo que viene.
Vamos a poder enseñar unos patrones femeninos en equilibrio y vamos a poder hacer que ellas mismas sanen su feminidad. Somos el ejemplo de un ser humano más integrado, viviendo en la unidad.
Sabemos la importancia que tienen las mujeres en el mundo, las amamos y las honramos por lo que son. Las consideramos seres iguales que nosotros, por que ya lo vivimos así. No hay ni desigualdad, ni incomprensión. Somos más integrados. Somos lo siguiente.
Es el momento, hombres de la nueva era, de dar un paso adelante y mostrarnos.
Si