Imagen de la película The Matrix
Hemos cambiado el nombre de este sitio a la Pastilla Roja.
No creo que haya un camino marcado, ni siquiera un «camino». Allí dónde vamos, nos creamos; y nos creamos allí donde vamos. Sabemos de dónde venimos, y casi de casualidad, sabemos hacia donde queremos ir.
¿Pero realmente llegaremos allí?
La verdad, no lo sé. Y tampoco no importa.
Es la elección de ir lo que nos impulsa, y al final, no es relevante. Si llegamos donde decíamos ir, o llegamos a otro punto completamente distinto.
Nuestra decisión es la de conocernos a nosotros mismos. Aunque vamos más allá: Nuestra elección es Experimentarnos a Nosotros Mismos.
Nos podemos cambiar el nombre 1.000.000 de veces, pero continuaremos sintiendo y viviendo con el mismo objetivo: Liberarnos de nosotros mismos, para sentir y experimentar más íntegramente quienes somos.
No somos gente especial, ni gente iluminada. Somos personas que vivimos y entendemos la vida. Y lo hacemos de otra manera de la que nos han enseñado. Hemos aprendido lo que nos enseñaron, y a partir de ahí, elegimos cambiarnos, liberarnos de nosotros mismos, de quienes habíamos creído que éramos y de lo que habíamos pensado que era el Universo/Dios (llámale como te apetezca).
Para quien haya visto la película The Matrix, hemos decidido elegir lo que nos libera (la pastilla roja). Lo que sentimos que nos acerca más a nuestra verdad. Aquello que cuando lo escuchas, resuena en ti, como algo que aunque vaya más allá de lo que estás viviendo y sintiendo, Sabes que Es Verdad.
Escribimos por esas campanas que suenan dentro, gritando que eso es más Verdad que lo que creíamos hasta ahora. Y al igual en algún momento va a ser reemplazado por otra aún mayor. Y tampoco importa.
Andamos por la elección de encontrarnos a nosotros mismos. Pero no nos conformamos con aquello que nos han dicho que éramos nosotros mismos. Si no que seguimos buscando. Para despertar del sueño en el que habíamos estado.
Abrir los ojos y saber que estamos en otra realidad, más Real. Que se aproxima más a La Verdad.
Como diría un gran poeta: Caminante no hay camino, se hace camino al andar.
Eso es lo que somos nosotros. Eso es la Pastilla Roja.
Gran verdad,más allá de los tópicos, nada es estático, todo fluye y lo mejor del viaje es el camino en sí mismo. Ítaca siempre decepciona, pero nunca lo hace los caminos que tomas para llegar a ella.